El dolor en las personas mayores
Dr. Rubén Alcantud, geriatra
¿Por qué es importante el dolor en las personas mayores?
El dolor es una experiencia sensorial y emocional desagradable asociada con daño tisular real o potencial. Es crucial prestarle atención porque el dolor no es una parte normal del envejecimiento y puede indicar problemas de salud importantes.
Además, el dolor no tratado puede tener un impacto significativo en la calidad de vida, la movilidad y la independencia de las personas mayores, llevando a depresión, aislamiento social y deterioro funcional.
El dolor NO es una parte normal del envejecimiento.
¿Cuáles son las causas del dolor en personas mayores?
El dolor en personas mayores puede tener diversas causas:
- Artrosis, osteoporosis y fracturas.
- Caídas y lesiones.
- Fibromialgia.
- Artritis y otras enfermedades reumáticas.
- Efectos secundarios de medicamentos.
- Estreñimiento y retención urinaria.
- Neuropatía diabética.
- Secuela de enfermedades como herpes zóster (culebrilla).
- Cáncer.
- Enfermedad vascular periférica.
- Otras.
¿Cómo se manifiesta el dolor en las personas mayores?
Los síntomas del dolor en personas mayores pueden incluir:
- Quejas verbales de dolor o malestar.
- Expresiones faciales de dolor o incomodidad.
- Cambios en el comportamiento o estado de ánimo.
- Disminución de la actividad física o movilidad.
- Alteraciones del sueño como insomnio o despertares frecuentes.
- Pérdida de apetito.
- Aumento de la confusión, agresividad o agitación.
¿Cuáles pueden ser las consecuencias del dolor?
El dolor no tratado puede tener varias consecuencias negativas en las personas mayores:
- Disminución de la movilidad y aumento del riesgo de caídas.
- Depresión y ansiedad.
- Aislamiento social.
- Trastornos del sueño.
- Pérdida de apetito y malnutrición.
- Deterioro cognitivo.
- Peor calidad de vida
- Deterioro funcional.
- Aumento de las visitas a Urgencias e ingresos hospitalarios.
1.
¿Cuándo debería consultar con un especialista?
Es recomendable buscar ayuda médica si:
- El dolor es intenso o persistente.
- El dolor interfiere con las actividades diarias o el sueño.
- Hay cambios repentinos en la intensidad o ubicación del dolor.
- El dolor está acompañado de otros síntomas preocupantes.
- Los medicamentos para el dolor no son efectivos o causan efectos.
Algunas personas mayores no expresan el dolor de la forma típica debido a problemas cognitivos o de comunicación.
Si usted o un ser querido mayor están experimentando dolor persistente, es importante buscar ayuda médica.
2.
Proceso de diagnóstico:
Para diagnosticar la causa del dolor en las personas mayores, generalmente se realizan los siguientes pasos:
- Historia clínica detallada, incluyendo la descripción del dolor, su duración e intensidad.
- Exploración física completa.
- Evaluación del estado funcional y cognitivo.
- Uso de escalas de dolor adaptadas para personas mayores.
- Pruebas de laboratorio, según sea necesario.
- Estudios de imagen como radiografías, TAC o resonancia magnética, según sea necesario.
- Evaluación psicológica si se sospecha depresión o ansiedad.
- En ocasiones es necesaria la derivación a otros especialistas para una evaluación más exhaustiva.
Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado pueden mejorar significativamente su calidad de vida y prevenir complicaciones.
Recomendaciones para identificar y manejar el dolor en personas mayores:
1. Establecer una comunicación abierta y empática con la persona mayor, utilizando un lenguaje claro y sencillo, y prestando atención no solo a sus palabras sino también a sus expresiones faciales y lenguaje corporal, ya que muchas personas mayores pueden tener dificultades para expresar verbalmente su dolor o pueden subestimarlo; tómese el tiempo necesario para escuchar sus preocupaciones y descripciones del dolor.
2. Prestar atención a los cambios de comportamiento o rutina en la persona mayor, como alteraciones en el apetito, patrones de sueño, movilidad o estado de ánimo, ya que estos pueden ser indicadores indirectos de dolor, especialmente en aquellos con deterioro cognitivo o dificultades de comunicación; realice un registro de estos cambios para discutirlos con el equipo médico.
3. Realizar un manejo en equipo para el manejo del dolor, involucrando a médicos, enfermería, fisioterapeutas, terapeutas ocupacionales y otros profesionales de la salud según sea necesario; esta colaboración puede proporcionar una evaluación más completa y un plan de tratamiento más efectivo que aborde todos los aspectos del dolor y su impacto en la vida.
4. Combinar tratamientos farmacológicos y no farmacológicos para un manejo óptimo del dolor; las terapias no farmacológicas como la fisioterapia y ejercicios adaptados pueden ser especialmente beneficiosas y tener menos riesgos.
5. Adaptar el entorno para minimizar el dolor y maximizar la funcionalidad, considerando modificaciones en el hogar como la instalación de barras de apoyo, el uso de dispositivos de asistencia o cambios en la disposición de los muebles; estas adaptaciones pueden ayudar a prevenir caídas y reducir el daño en articulaciones y músculos.
6. Realizar actividad física regular adaptada a las capacidades de la persona mayor, ya que el ejercicio moderado puede ayudar a reducir el dolor, mejorar la movilidad y prevenir la rigidez; trabajar con un fisioterapeuta para desarrollar un programa de ejercicios seguro y efectivo que pueda realizarse en casa o en un entorno supervisado.
7. Abordar los aspectos psicológicos y emocionales del dolor crónico, considerando el apoyo por servicios de salud mental si es necesario; el dolor persistente puede llevar a depresión, ansiedad y aislamiento social, por lo que es importante proporcionar apoyo emocional y estrategias de afrontamiento para mejorar la calidad de vida del mayor.
8. Realizar revisiones periódicas del plan de tratamiento, ajustándolo según sea necesario en función de la respuesta del paciente y los cambios en su situación; mantenga una comunicación constante con su familiar para evaluar la efectividad del tratamiento y abordar cualquier nueva preocupación o efecto secundario que pueda surgir.
Enlaces de interés
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Hacer ejercicio cuando se tiene dolor crónico: pinche aquí
Guía para profesionales – Dolor crónico en el anciano:pinche aquí