Soledad no deseada en personas mayores
Dr. Rubén Alcantud, geriatra
¿Qué es la soledad no deseada?
La soledad no deseada es un sentimiento subjetivo de aislamiento social y falta de conexión emocional que experimenta una persona mayor, a pesar de no desear estar en esa situación.
La soledad no deseada se ha convertido en un problema de salud pública que afecta especialmente a las personas de edad avanzada.
¿Cuáles son las causas?
Las principales causas de la soledad no deseada en personas mayores incluyen:
- Falta de convivencia familiar.
- Aislamiento social.
- Jubilación y pérdida de contactos laborales.
- Pérdida de la pareja por fallecimiento o divorcio.
- Problemas de salud que limitan la movilidad.
- Cambios en el entorno social, como mudanzas de familiares o amigos.
- Dificultades económicas que limitan la participación social.
¿Cuáles pueden ser los primeros síntomas?
Los primeros síntomas de la soledad no deseada pueden incluir:
- Sentimientos de tristeza y vacío.
- Apatía y falta de interés por actividades que antes disfrutaba.
- Alteraciones del sueño.
- Cambios en los hábitos alimenticios.
- Aislamiento y reducción de contactos sociales.
- Irritabilidad o cambios de humor.
- Expresiones de sentirse solo o abandonado.
¿Cuáles son las consecuencias de la soledad no deseada en personas mayores?
Las consecuencias pueden ser graves y afectar tanto a la salud física como mental:
- Mayor riesgo de depresión y ansiedad.
- Deterioro cognitivo más acelerado y mayor riesgo de demencia.
- Aumento del riesgo de enfermedades cardiovasculares.
- Debilitamiento del sistema inmunológico.
- Problemas nutricionales por cambios en los hábitos alimenticios.
- Mayor riesgo de caídas y fracturas.
- Aumento de mortalidad prematura.
1.
¿Cuándo debería consultar con un geriatra o con un especialista?
Se debe buscar ayuda profesional cuando:
- Los sentimientos de soledad persisten y afectan la calidad de vida.
- Hay signos de depresión o ansiedad.
- Se observa un deterioro significativo en la salud física o mental.
- La persona mayor expresa pensamientos de acabar con su vida.
- Hay cambios notables en el comportamiento o los hábitos diarios.
- El aislamiento social se vuelve extremo.
2.
¿Cómo se suele realizar su valoración y diagnóstico?
La valoración y diagnóstico de la soledad no deseada en personas mayores suele incluir:
- Entrevistas personales para evaluar la cantidad y calidad de las relaciones sociales.
- Evaluación del apoyo social recibido y la participación en actividades comunitarias.
- Valoración del estado de salud física y mental.
- Análisis de factores de riesgo como el tipo de convivencia y el entorno social.
10 Recomendaciones para evitar y abordar la soledad no deseada
- Mantener el contacto regular con familiares y amigos: Establezca una rutina de comunicación, ya sea mediante visitas presenciales, llamadas telefónicas o videollamadas. Programe momentos específicos para conectar con seres queridos, como una llamada semanal o una comida familiar mensual. Esto ayuda a mantener los lazos afectivos y proporciona un sentido de conexión continua.
- Participar en actividades sociales y comunitarias: Únase a clubes, grupos de interés o asociaciones locales que se alineen con sus pasiones o hobbies. Esto puede incluir grupos de lectura, clases de dibujo, talleres de estimulación cognitiva o grupos de ejercicio para personas mayores. La participación regular en estas actividades no solo proporciona interacción social, sino también un sentido de propósito y pertenencia.
- Aprender a utilizar tecnologías de comunicación: Familiarícese con smartphones, tablets y aplicaciones de redes sociales. Considere tomar clases específicas para mayores sobre el uso de esta tecnología. Esto le permitirá mantenerse conectado con familiares y amigos en la distancia, acceder a información y entretenimiento, y participar en comunidades.
- Cuidar la salud física y mental: Mantenga una rutina de ejercicio adecuada a su condición física, como paseos diarios o clases en grupo para mayores. Siga una dieta equilibrada y asista a sus citas médicas de forma regular. Considere la meditación para el bienestar mental. Un buen estado de salud facilita la participación social y mejora el estado de ánimo general.
- Adoptar una mascota: Si su situación lo permite y si no presenta riesgo de caídas, considere adoptar un perro, gato u otra mascota adecuada. Las mascotas proporcionan compañía constante, afecto incondicional y una razón para mantener una rutina diaria. Además, pasear a un perro puede llevar a interacciones sociales con otros dueños de mascotas en el vecindario.
- Explorar nuevos hobbies o retomar antiguos intereses: Dedique tiempo a actividades que disfrute o siempre haya querido probar. Esto puede incluir jardinería, pintura, escritura, música o manualidades. Estas actividades no solo ocupan el tiempo de manera significativa, sino que también pueden conducir a nuevas amistades con personas de intereses similares.
- Considerar opciones de vivienda compartida: Explore programas de cohousing para mayores o busque compañeros de piso de edad similar. Vivir con otros puede proporcionar compañía diaria, seguridad y la oportunidad de compartir gastos. Si estas opciones no están disponibles en su ciudad, puede valorar cambiar su domicilio a una residencia con más personas mayores.
- Participar en programas intergeneracionales: Busque oportunidades para interactuar con generaciones más jóvenes, como actividades comunitarias que reúnan a personas de todas las edades. Esto puede proporcionar una sensación de propósito y la oportunidad de compartir experiencias y conocimientos.
- Buscar apoyo profesional: Si los sentimientos de soledad persisten, considere hablar con su geriatra u otro profesional especializado en adultos mayores. La terapia puede proporcionar estrategias para manejar la soledad y abordar cualquier problema de salud mental subyacente. También considere unirse a grupos de apoyo para personas que experimentan soledad.
- Mantener una actitud positiva y proactiva: Cultive una mentalidad abierta hacia nuevas experiencias y relaciones. Sea proactivo en la búsqueda de conexiones sociales, como iniciar conversaciones con vecinos o unirse a nuevos grupos. Recuerde que nunca es tarde para hacer nuevos amigos y encontrar nuevas fuentes de alegría y compañía.
Enlaces de interés
Guía para el acompañamiento de la soledad no deseada en personas mayores: descarga aquí