Deterioro funcional en personas mayores

Dr. Rubén Alcantud, geriatra

¿Qué es el deterioro funcional en las personas mayores? ¿Por qué es tan importante?

El deterioro funcional en personas mayores se refiere a la disminución progresiva de la capacidad para realizar actividades de la vida diaria de forma independiente. 

Este proceso implica una pérdida gradual de la autonomía y la habilidad para cuidar de uno mismo.

¿Cuáles son las causas del deterioro funcional?

Las causas del deterioro funcional son múltiples y a menudo interrelacionadas:

  • Enfermedades crónicas (como artritis, diabetes o enfermedades cardíacas).
  • Trastornos neurológicos (como demencia o enfermedad de Parkinson).
  • Problemas de movilidad y caídas.
  • Depresión y aislamiento social.
  • Efectos secundarios de medicamentos.
  • Desnutrición o malnutrición.
  • Pérdida sensorial (visión y audición).
  • Inactividad física prolongada.

Primeros síntomas del deterioro funcional

Los primeros signos de deterioro funcional pueden incluir:

  • Dificultad para realizar tareas cotidianas que antes eran sencillas.
  • Pérdida de equilibrio o inestabilidad al caminar.
  • Olvidos frecuentes o confusión.
  • Disminución del interés en actividades sociales o hobbies.
  • Problemas para manejar las finanzas personales.
  • Cambios en los hábitos de higiene personal.

Consecuencias del deterioro funcional

Las consecuencias del deterioro funcional pueden ser muy importantes:

  • Pérdida de independencia y autonomía.
  • Mayor riesgo de caídas y lesiones.
  • Aumento de la carga para los cuidadores y familiares.
  • Mayor probabilidad de institucionalización (ingreso en residencias).
  • Incremento en el uso de servicios de salud, hospitalizaciones y los costes asociados.
  • Disminución de la calidad de vida.

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¿Cuándo debería consultar con un geriatra?

Es recomendable consultar con un geriatra cuando se observen:

  • Cambios repentinos o graduales en la capacidad para realizar actividades diarias.
  • Caídas frecuentes o miedo a caer.
  • Pérdida de peso inexplicable o problemas de apetito.
  • Cambios en el estado de ánimo o comportamiento.
  • Problemas de memoria o confusión que interfieren con la vida diaria.
  • Dificultades para manejar medicamentos o seguir tratamientos médicos.
  • Múltiples condiciones médicas crónicas que requieren atención especializada.

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Pruebas para la valoración del deterioro funcional

Para evaluar y diagnosticar el deterioro funcional, los profesionales de la salud solemos utilizar una combinación de herramientas y pruebas:

 

  • Evaluación de las actividades básicas e instrumentales de la vida diaria.
  • Pruebas de función cognitiva
  • Evaluación de la marcha y el equilibrio.
  • Exploración física completa, incluyendo evaluación de la fuerza muscular.
  • Pruebas de laboratorio para descartar condiciones médicas subyacentes.
  • Evaluación nutricional.
  • Revisión de medicamentos para identificar posibles efectos adversos.
  • Evaluación del entorno doméstico para identificar riesgos y necesidades de adaptación.

Recomendaciones para pacientes y cuidadores de pacientes con deterioro funcional

  1. Fomente la independencia de su familiar, con apoyo: Anime a su familiar a hacer todo lo que pueda por sí mismo, pero debe estar listo para ayudar cuando sea necesario. Utilizar instrucciones paso a paso para tareas complejas y permitir tiempo extra para completar tareas son estrategias útiles. Es importante elogiar los esfuerzos y logros de su familiar, por pequeños que sean, para mantener su motivación y autoestima.
  2. Mantenga una rutina de ejercicio regular: Incluso en casos de deterioro avanzado, el movimiento es crucial. Se recomienda incorporar actividades como caminatas diarias, aunque sean cortas, ejercicios de equilibrio y fortalecimiento. Es importante adaptar el ejercicio a las capacidades del paciente y consultar con un médico antes de iniciar cualquier programa de actividad física. 
  3. Adapte el entorno doméstico para prevenir caídas y facilitar la independencia: Algunas modificaciones recomendadas incluyen la instalación de pasamanos en escaleras y baños, la eliminación de alfombras sueltas y cables en el suelo, la mejora de la iluminación (especialmente en pasillos y escaleras), y el uso de calzado cerrado adecuado y antideslizante. También se puede considerar la incorporación de tecnologías de asistencia como sillas elevadoras o camas ajustables para mejorar la comodidad y seguridad del paciente.
  4. Optimice su dieta: Una dieta equilibrada debe asegurar una ingesta adecuada de proteínas para mantener la masa muscular, incluir frutas y verduras variadas y mantener una hidratación adecuada. En algunos casos, puede ser necesario considerar suplementos nutricionales bajo supervisión médica. Si existen problemas de deglución (tragar), es importante adaptar la textura de los alimentos para facilitar su consumo.
  5. Mantenga la estimulación cognitiva: Se recomienda fomentar actividades como la lectura y los juegos de mesa, promover la interacción social regular, y considerar programas de estimulación cognitiva. Anime a su familiar a aprender nuevas habilidades o hobbies adaptados a sus capacidades porque también puede ser beneficioso para mantener su mente activa.
  6. Gestione los medicamentos cuidadosamente: La polifarmacia es común en pacientes mayores y puede contribuir al deterioro funcional. Se debe mantener una lista actualizada de todos los medicamentos, revisar regularmente los medicamentos con el médico para evaluar su necesidad y posibles efectos secundarios, y usar pastilleros o sistemas de recordatorio para asegurar la toma correcta de su medicación. Es importante evitar la automedicación y consultar siempre con un profesional de la salud antes de hacer cambios en la medicación.
  7. Promover la socialización es crucial, ya que el aislamiento social puede acelerar el deterioro funcional. Se recomienda fomentar las visitas regulares de familiares y amigos, considerar programas de día para adultos mayores, y explorar opciones de voluntariado adaptadas a las capacidades del paciente. Utilizar tecnología como videollamadas puede ser una excelente manera de mantener conexiones sociales, especialmente cuando las visitas en persona no son posibles.
  8. Mantenga un seguimiento médico regular: Se deben programar chequeos regulares con su médico de familia y su geriatra, mantener al día las vacunas recomendadas, y realizar exámenes de visión y audición regularmente. Es importante atender cuando sea posible cualquier nuevo síntoma o cambio en el estado de su familiar para prevenir complicaciones y mantener la mejor calidad de vida posible.

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