Polifarmacia
Dr. Rubén Alcantud, geriatra
¿Qué es la polifarmacia?
La polifarmacia se refiere al uso simultáneo de múltiples medicamentos, generalmente definido como el consumo de 5 o más fármacos al día.
En las personas mayores, es un fenómeno muy común debido a la presencia de múltiples enfermedades crónicas.
¿Por qué los pacientes mayores toman tantos medicamentos?
Las principales causas incluyen:
- Presencia de múltiples enfermedades crónicas que requieren tratamiento farmacológico.
- Consulta a varios especialistas médicos que prescriben medicamentos sin coordinación.
- Automedicación y uso de medicamentos de venta libre.
- Prescripción en cascada, donde se recetan nuevos fármacos para tratar efectos secundarios de otros medicamentos.
- Falta de revisión y actualización periódica de los tratamientos.
¿Qué síntomas puede producir?
Algunos signos de alerta relacionados con la polifarmacia son:
- Aparición de nuevos síntomas como mareos, confusión, alucinaciones o caídas.
- Dificultad para cumplir con las pautas de medicación
- Empeoramiento del estado funcional o cognitivo
- Efectos secundarios como somnolencia, estreñimiento o sequedad de boca.
¿Qué consecuencias puede ocasionar la polifarmacia?
Las principales consecuencias incluyen:
- Mayor riesgo de reacciones adversas e interacciones entre medicamentos
- Aumento de caídas y fracturas
- Deterioro cognitivo y funcional
- Mayor riesgo de hospitalizaciones
- Disminución de la calidad de vida
- Aumento de los costes sanitarios
1.
¿Cuándo debería consultar con un geriatra?
Es recomendable consultar con un geriatra cuando:
- Se toman 5 o más medicamentos al día de forma crónica.
- Aparecen nuevos síntomas o efectos secundarios.
- Hay dificultad para cumplir con los tratamientos.
- Existen múltiples enfermedades crónicas.
- Se observa un deterioro funcional o cognitivo.
2.
¿Qué se suele realizar el geriatra para su valoración?
Las principales pruebas incluyen:
- Revisión detallada de la historia clínica y listado de medicación.
- Valoración geriátrica integral: estado funcional, cognitivo, nutricional, etc.
- Análisis de sangre para valorar función renal, hepática y niveles de fármacos.
- Aplicación de criterios de prescripción inadecuada.
10 Recomendaciones detalladas para pacientes con polifarmacia
- Mantenga una lista actualizada de sus medicamentos: Lleve siempre consigo una lista completa y actualizada de todos los medicamentos que toma, incluyendo los de venta libre, suplementos y productos naturales. Esta lista debe incluir el nombre del medicamento, la dosis, la frecuencia y el motivo por el que lo toma. Actualícela cada vez que haya cambios en su medicación.
- Evite la automedicación: No tome ningún medicamento nuevo, incluso los de venta libre, sin consultar primero con su médico o farmacéutico. Algunos medicamentos pueden interactuar negativamente con los que ya está tomando o empeorar ciertas condiciones médicas.
- Informe a todos sus médicos sobre su medicación: Asegúrese de que todos los profesionales de salud que le atienden (médico de cabecera, especialistas, dentista, etc.) conozcan la lista completa de sus medicamentos. Esto ayudará a prevenir interacciones medicamentosas y duplicaciones de tratamientos.
- Revise periódicamente sus tratamientos: Solicite a su médico de atención primaria una revisión completa de su medicación al menos una vez al año, o más frecuentemente si ha habido cambios significativos en su salud. Esta revisión puede ayudar a identificar medicamentos innecesarios o potencialmente perjudiciales.
- Utilice sistemas de organización de medicamentos: Use pastilleros o sistemas personalizados de dosificación para organizar sus medicamentos por día y hora. Esto le ayudará a tomar la medicación correcta en el momento adecuado y a detectar si ha olvidado alguna dosis.
- Informe sobre efectos secundarios: Comunique a su médico cualquier efecto secundario o cambio en su estado de salud después de iniciar un nuevo medicamento. No deje de tomar un medicamento por su cuenta, pero informe inmediatamente si experimenta reacciones adversas graves.
- Explore alternativas no farmacológicas: Pregunte a su médico sobre posibles alternativas no farmacológicas para algunas de sus condiciones. En algunos casos, cambios en el estilo de vida, fisioterapia o terapias complementarias pueden ser efectivas y reducir la necesidad de medicamentos.
- Mantenga un estilo de vida saludable: Siga una dieta equilibrada, realice actividad física regular adaptada a sus capacidades, y mantenga un peso saludable. Estos hábitos pueden ayudar a controlar algunas enfermedades crónicas y potencialmente reducir la necesidad de ciertos medicamentos.
- Evite el alcohol con medicamentos: El alcohol puede interactuar negativamente con muchos medicamentos, alterando su eficacia o aumentando los efectos secundarios. Consulte con su médico sobre el consumo de alcohol y siga sus recomendaciones estrictamente.
- No interrumpa tratamientos sin supervisión médica: Nunca deje de tomar un medicamento prescrito sin consultar antes con su médico, incluso si se siente mejor. La interrupción brusca de algunos medicamentos puede ser peligrosa. Si tiene dudas o preocupaciones sobre algún medicamento, hable con su médico para buscar alternativas o ajustar el tratamiento de forma segura.